Loca por excelencia, amante de los animales, muy mala para expresar sentimientos que no siente de verdad, pero muy buena para congelar sus oídos para convertirlos en indiferencia, adicta a los recuerdos con fechas, prefiere a los hombres locos y no cuerdos, fanática de entonar temas de The Garthering con una botella de ron sin etiqueta, su lema es “mantén la boca cerrada, por que en este mundo no quieren al que mucho pregunta”, le cuesta callarse y es muy buena para exigir, nació sin saber hablar y no quiere morir sin decir “a pregunta embarazosa… respuesta anticonceptiva”, un poco avergonzada de su forma de ser, odia los secretos porque todo el mundo los sabe, la seducen solo las palabras correctas, sigue siendo poco social, tiene faltas ortográficas que nunca ha tachado, ella, lo único que sabe de el amor es que se escribe con H, los hombres son como taxis “siempre ocupados”, su cupido no tiene puntería, adicta al mentolatum, para ella los conejos riman con los tejos, mala para arreglar problemas por teléfono, no es perfecta como el Papa, alérgica al agua con jabón y a los cadáveres, tiene corazón desechable, tripas de plasticina, dedos comestibles, su razón se la lleva el aire, mala para los idiomas, su alma es el abismo donde se resbala y se precipita ahogada en las entrañas del silencio, mala para los milagros, pero hábil para las trampas.
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