Nadie sabrá nunca lo que realmente quise, lo que realmente odié, lo que añore, viví o soñé.
Nadie entenderá lo que estoy tratando, lo que estoy siendo o lo que quiero ser.
Nadie me ha enseñado a verlo, a verme, igual como veo.
Nadie eso puede enseñar, todo es simplemente eso, mirar, y saber que miro, y verme mirar lo que creo que veo, solo en ese instante empezaré a ver.
domingo, 21 de febrero de 2010
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Nadie, es ambiguo como la nada, lo es todo.
ResponderEliminar¿Cuando comenzamos a vernos?
Tal vez, al mirarnos por primera vez las manos, o sentir la lluvia que corre por tu frente. Indudablemente hay instantes de comunion con ese "nadie"
Un loco